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Los mundos tangenciales de la surcoreana Minyoung Choi llegan al Cabinet de la Galería Pelaires
2023-02-09

La Galería Pelaires inaugura mañana en su espacio Cabinet la exposición individual de Minyoung Choi titulada Tangent worlds, que ha sido comisariada por Cristina Anglada y en la que muestra la nueva serie de acuarelas de la artista surcoreana.

Minyoung Choi (Seúl, 1989) vivió en lugares tan dispares como Japón o California antes de mudarse a Londres, donde actualmente reside. Con los años ha ido gestando un corpus de trabajo en el que hay mundos que se despliegan dentro de otros, expandiendo todo un imaginario que se nutre de símbolos de diferentes culturas, al tiempo que incorpora fragmentos de sus propias memorias nostálgicas que han ido surgiendo de su realidad nómada. Una vasta mitología personal en la que se combinan recuerdos de su pasión por los documentales de animales, la animación de corte sintoísta y fantástica de Miyazaki, ciertas influencias derivadas de la filosofía budista, el confucianismo, la pintura religiosa occidental al óleo, las pinturas de Giorgio de Chirico o el surrealismo de Breton o Renée Magritte.

En Tangent worlds Minyoung Choi presenta una serie de acuarelas realizadas específicamente para el Cabinet de Pelaires. Esta técnica, explica Cristina Anglada, "resulta especialmente interesante para la artista, ya que le permite expresar y experimentar con libertad, rapidez y delicadeza todo aquello que le intriga, extendiendo los dedos para agarrar la escurridiza sensación que deja un sueño. La fugacidad de la vida baña de melancolía sus construcciones visuales, híbrido de ensueños, recuerdos y realidad cotidiana. Ella esboza las múltiples variantes del espacio liminal que se cuela entre el mundo de la materialidad posible y la ilusión etérea, ofreciendo la oportunidad para la incertidumbre y la interpretación".

Toda la obra de Choi hace hincapié en la atmósfera y el entorno; el fondo se traslada al primer plano y el escenario se convierte en sujeto. La luna, el sol, una fogata, los ojos de un gato o los seres estrellados proyectan la luz que cohesiona la escena, poblada por una diversidad de potencias existenciales. Son imágenes en las que se percibe una tensión muda, que podría ser fruto de acciones y situaciones imaginadas por los propios personajes que pueblan estos extraños ecosistemas. Formalmente muestran una especie de fosforescencia sublime, generada a partir del uso de una paleta de colores vivos y brillantes que utiliza de manera instintiva y con la que consigue sugerir aquello que el lenguaje racional estructuraría en exceso.