Guillermo Rubí profundiza en el concepto de identidad, tanto individual como colectiva, a través de su variada práctica artística. Explorando las subculturas, se centra en cómo estos entornos dan forma y reflejan las narrativas personales y colectivas mediante instalaciones, pinturas y esculturas.

Las obras de Rubí incitan a la reflexión crítica sobre la autopercepción, implicando al espectador intelectual y emocionalmente. Recontextualiza logotipos, símbolos y eslóganes para poner de relieve cómo las narrativas sociales influyen en la identidad. La estética de sus obras, a menudo apagada y contenida, reta al espectador a encontrar sentido a lo que puede parecer incompleto. Géneros musicales como el punk y el hardcore influyen significativamente en la obra de Rubí, añadiendo un toque característico. Esta influencia es evidente en sus elecciones estilísticas, que toman prestada la cruda estética de estos géneros para infundir a su arte una energía dinámica. Sus pinturas geométricas en blanco y negro sugieren minimalismo, pero investigan profundamente las construcciones sociales, obligando al espectador a considerar las complejas capas de identidad de la sociedad contemporánea.

Guillermo Rubí, 2024. Imagen cortesía del artista.